El Equilibrio De Los Jaguares (1996)

Canciones

  1. 1. El Equilibrio (Parte I) (02:06) / Texto: Saúl Hernández / Música: A. André, J.M. Aguilera, F. Fong y S. Hernández
  2. 2. Dime Jaguar (05:00) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  3. 3. Imagíname (05:02) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  4. 4. Detrás De Los Cerros (03:58) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  5. 5. Huracán (05:40) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  6. 6. Las Ratas No Tienen Alas (05:13) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  7. 7. Nunca Te Doblarás (04:37) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  8. 8. Clávame Mejor Los Dientes (03:40) / (Letra y música: José Manuel Aguilera)
  9. 9. El Equilibrio (Parte 2) (03:57) / (Texto: Saúl Hernández / Música: A. André, J.M. Aguilera, F. Fong y S. Hernández)
  10. 10. El Milagro (04:48) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  11. 11. Déjate Ver (05:11) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  12. 12. Sólo Somos Sueños (04:05) / (Letra y música: José Manuel Aguilera)
  13. 13. A Dónde Vamos A Ir (04:51) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  14. 14. Voy A Volar (05:00) / (Letra y música: Saúl Hernández)
  15. 15. En La Habitación De Tu Mente (05:16) / (Letra y música: Saúl Hernández)

Créditos

Alfonso André: Batería y Percusión.
José Manuel Aguilera: Guitarra Eléctrica,
Federico Fong: Bajo.
Cecilia Toussaint: Coros en "A dónde vamos a ir", "Detrás de los cerros", "Las ratas no tienen alas", "Imaginame",
Belmont Tench: Teclados en "Déjate Ver", "El Milagro", "Las ratas no tienen alas", "En la habitación de tu mente", A dónde vamos a ir",
Paulinho Da Costa: Percusiones en "A dónde vamos a ir", "Detrás de los cerros", "Clávame mejor los dientes", "Sólo somos sueños", "En la habitación de tu mente", "Imagíname", "Huracán".
Tracy Bartelle: Voz adicional en "El Milagro"
Billy Preston: Teclado Hammond B-3 en "Detrás de los cerros"
Gabe Witcher: Violín en "La Habitación de tu mente"
John Bergamo: Tablas en "Sólo somos sueños", "En la habitación de tu mente", "El milagro", "Clávame mejor los dientes"
Mark Isham: Trompeta en interludio
Flaco Jiménez: Acordeón en "Detrás de los cerros"

Ing. De Grabación: Ed Cherney y Dan Bosworth

Asist. Grabación: Rafa Sardina

Ingeniero de Mezcla: Ed Cherney, excepto en "La habitación de tu mente": Ed Cherney y Dan Bosworth.

Asistente de Mezcla: Robbes Stieglitz.

Masterización: Stephan Marcussen.

Coordinadora de Producción: Jane Oppenheimer.

Una producción de Bertelsmann de México, S.A. de C.V. / Dirigida y realizada por Don Was, Ed Cherney y Jaguares.

Un fragmento de la cancion cardenche "Al pie de un árbol" aparece en "El Equilibrio" (Parte Dos) por cortesía del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección General de Culturas Populares en su programa nacional de apoyo a la música popular.

(c) Peermusic Ltd./El Gorila Con Alas y El Cocodrilo Emplumado.

Detalles

Para la grabación del primer larga duración, Jaguares recurrió a un experimentado productor: el Estadounidense Don Was, cuyo currículo incluye trabajos con artistas tan prestigiados como Bob Dylan, los Rolling Stones e Iggy Pop, entre otros. La conexión se dio justo en el momento en que Saúl convalecía de las operaciones a su garganta. Según sus propias palabras, "La Barranca estaba grabando su disco, entonces no podíamos juntarnos a ensayar."

"Pero entre operación y operación, grabé un cassette de guitarra, con un walkman. Grabaciones totalmente caseras. Cuando Don Was nos dijo que le interesaba, pero que quería escuchar el nuevo material, lo único que teníamos era ese cassette, con la guitarra acústica y la voz. Le dijimos lo que pasaba, le enseñamos la cinta y fue suficiente. Fue algo natural y sencillo, le gustó mucho el demo, así, completamente desnudo; las canciones estaban totalmente vírgenes, algunas ni se las había enseñado a los Jaguares."

Sin embargo, el entendimiento, la seducción y el conecte se dio inmediatamente. A pesar de que Don Was es un productor estadounidense sin algún contacto con el rock latinoamericano, tuvo la sensibilidad suficiente para entender no sólo los conceptos musicales de Jaguares, sino el profundo y complejo bagaje cultural del grupo, su contexto, sus raíces. Como en otras ocasiones, cuando Saúl y compañía han trabajado con productores extranjeros, primero hubo un reconocimiento de personalidades y las subsecuentes incursiones en el ambiente de la cultura popular mexicana.

"Don aprendió mucho de Jaguares", dice Saúl, "es muy curioso que gente como Adrian Belew, Greg Ladanyi y Don Was, opinen que el rock and roll en México es lo que ya no existe en Estados Unidos; que esa esencia que hubo en los sesenta y setenta, ya no existe allá, pero sí existe en México. Se dieron cuenta de que hay mucho, que hay un sentido combativo impresionante; no entendían la cultura del rock and roll en México. Vinieron muchos reporteros al concierto -de la Rolling Stone, Spin, Alternative Press y todo lo que es la crema y nata- y simplemente no daban crédito, inclusive se sentían mal, avergonzados de no saber todo lo fuerte que pasa acá en México."

En lo musical, Was fue respetuoso y asertivo. Un aspecto fundamental fue su intuición para procurarle al grupo el mejor sonido, las mejores condiciones para la creación de esa obra. Como lo señala Alfonso André,"Don nos ayudó mucho. Primero nos dio mucha experiencia, es una persona que ha trabajado con mucha gente y sabe manejar los ambientes. Para eso tiene un ingeniero que te pone el mejor sonido y todo lo que tú quieras, pero él te pone en el mood, te dice, 'tranquilo' y te exprime unas cosas que ni te das cuenta."

El resultado fue El Equilibrio de los Jaguares, el esperado álbum que marcaba el retorno de Saúl Hernández a los escenarios después de la ruptura de Caifanes, su enfermedad, las operaciones, el constante correr de rumores, chismes, amarillismo y morbo de cierto sector de los medios de comunicación e incluso, de algunos supuestos allegados. Saúl recuerda, "era como decir, 'claro, Saúl ya, ya fue'. No lo generalizo con el público-porque el público siempre ha estado ahí y ha sido un aliado que me ha ayudado a luchar fuertísimo- pero sí cierta gente, cierto núcleo de personas que está alrededor de tu vida y en algún momento está contigo, pero cuando pasa una situación tan drástica y tan clara, no están tan contigo y se lamen los colmillos viéndote agonizar. Yo creo que todo eso da fuerza, mucha fuerza."

Esa fuerza, ese coraje y la determinación con que Saúl encaró las adversidades fueron el principal combustible, la línea que marcó la ruta de El Equilibrio. Sus temas hablan de ese difícil momento, de alguna forma parecen narrar las vicisitudes de ese difícil proceso; es evidente, incluso con sólo leer los títulos de canciones como "Dime Jaguar", "Las ratas no tienen alas", "Nunca te doblarás", "El milagro", "Voy a volar" y, sobre todo, "El equilibrio", donde -entre otras cosas- dice, "Voy en camino a mi estado original. Cuando el venado baila alrededor del fuego y logra cruzar el cielo, suele purificarse un alma raptada por el maldito aliento de una miserable rata."

A pesar de que para este álbum la nueva formación de Jaguares entró casi de forma directa al estudio de grabación, el resultado del álbum es bastante consistente, con temas sólidamente estructurados y una muy buena formación con algunos de los mejores músicos mexicanos. Por eso el público inmediatamente se apropió del álbum -sobre todo, a partir de su primer sencillo, "Detrás de los cerros"-, acudió inmediatamente a la primera presentación del grupo en foro más cercano donde se presentaran. La química, la comunión entre el público y el grupo permaneció intacta, de nueva cuenta los conciertos se convirtieron en ceremonias mágicas. El nombre del grupo era lo de menos, ahí estaban los temas queridos ("La célula que explota", "Los dioses ocultos", "No dejes que...", "Viento", etcétera), ahí estaba, de vuelta, como un guerrero, Saúl.

"El Equilibrio lo grabé con tumores. Me aferré, sentía que lo tenía que sacar. Porque mi única forma de enfrentar el conflicto de Caifanes era mantenerme vivo creativamente y para eso tenía que crear a Jaguares", dice Saúl. "De alguna u otra forma te tienes que preparar y buscar otras formas. Aprendes que la soberbia no te va a servir de nada, ni aferrarte a que tiene que ser de cierta manera; aprendes a desprenderte de las cosas y decir que puedes hacerlo diferente. Eso me ha enseñado muchas cosas, que un guerrero nunca es víctima de nada.”

"Porque no fui víctima de nada, ni de la enfermedad, ni del rompimiento, son las cosas que pasan y uno tiene que enfrentarlas como son, seguir adelante."